El gran rendimiento de los futbolistas colombianos en el viejo continente abre puertas a sus compatriotas en otros clubes, por eso dos de los encargados de hacer ese camino fueron James Rodríguez y Luis Fernando Muriel.
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Ambos cafeteros llegaron en 2010 a Europa y desde entonces no dejan de facturar millones gracias a su destacado rendimiento. James debutó con Porto y Muriel con Lecce, dos clubes con bajo perfil pero que brindaron oportunidad a los colombianos de sumar minutos y ser grandes figuras de sus equipos.
Hoy, con sus primeros diez años en suelo extranjero, el destino de ambos ha cambiado un poco, James alcanzó a ser uno de los jugadores más caros del mundo en 2014, mientras que Muriel se consolido en Italia como uno de los artilleros más importantes durante la última década.
El #10 en el anterior mercado de fichajes se decantó por jugar en Qatar, donde tiene un salario mensual de $1 millón de dólares, dinero que gasta en sus lujosos autos, fundaciones y diferentes empresas de las cuales es dueño. Por el otro lado, el nacido en Barranquilla tiene un ingreso anual de $3 milones de dólares, que dividido en los doce meses del año deja un saldo de $300 mil dólares, algo que sin duda no se compara en el juego actual de cada futbolista o el nivel de la liga en que compiten.
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