Primera A

Si los directivos de Nacional no respetan el escudo, se deben ir todos

La actual directiva de Atlético Nacional ha dejado mucho que desear en su gestión.

Por José Luis Alarcón Alarcón

La actual directiva de Atlético Nacional ha dejado mucho que desear en su gestión.

Si los directivos de Atlético Nacional no respetan al escudo, se deben ir absolutamente todos. Si no conocen del peso de la historia, la camiseta y la idiosincrasia del club, las puertas están abiertas para que se marchen. 

Durante estos últimos meses se tomaron varias decisiones cuestionables, unas decisiones el hincha las puede entender, pero otras no hay razones que la hagan entender. Por ejemplo, desde que se marchó Juan Carlos de la Cuesta existió una rotación de presidentes. Desde la salida de Cuesta, Nacional ya va por su cuarto presidente.

Cuando los hinchas expresamos que el Verdolaga está en medio de una crisis, la actual directiva te encaran y te piden explicaciones de su fallo. Eso es sencillo, en menos de seis meses, Nacional tuvo tres entrenadores o la baja asistencia de máximo 9.000 espectadores en los partidos del Verde.

Hasta ahora no se entiende la salida de Emilio Gutiérrez si tenía los resultados deportivos. Como presidente, Gutiérrez cumplió con los objetivos al conseguir, en menos de un año, copa y liga nacional. A su vez, tenía el concepto de repatriar a jugadores históricos que merecían una despedida digna del equipo. Sin embargo, lo sacaron y junto a él se fueron varios ídolos del club.

Se extraña aquel ADN institucional que siempre caracterizo a los directivos de Nacional. El Verdolaga siempre fue caracterizado por ser una empresa seria, diferente, ordenada y con todo lo que compete a una organización deportiva a gran escala. Lamentablemente, ese ADN desapareció.

Las posibles razones de la salida de Emilio Gutiérrez.

A pesar de haber conseguido Copa y Liga en menos de un año, entre las razones para que la junta directiva decidiese despedir a Gutiérrez quizás se encuentran el no haber avanzado a la fase de grupos de la Copa Libertadores y por el déficit del club que legó a $12.000 millones.

 

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