Por David Arengas
El destino le ha jugado una mala pasada a Julián Quiñones. El delantero, que hace no mucho renunció a la Selección Colombia para nacionalizarse mexicano, se verá relegado al banquillo en el crucial duelo de semifinales de la Concacaf Nations League entre México y Canadá. El escenario, el imponente SoFi Stadium, testigo de su amargo despertar. ¿Será este el karma por darle la espalda a la 'Tricolor'?
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Quiñones, quien alguna vez soñó con vestir la camiseta de Colombia, decidió cambiar de bando y jurar lealtad a México. La decisión, que generó polémica en su momento, hoy lo encuentra lejos de los reflectores, observando desde el banquillo cómo sus compañeros se juegan el pase a la final. ¿Acaso el karma le está pasando factura?
El entrenador de la Selección Mexicana, Vaso Aguirre, ha sido el encargado de bajarle los humos a Quiñones. El estratega, que no se casa con nadie, ha preferido apostar por otros jugadores para el crucial encuentro ante Canadá. La decisión, que ha sorprendido a muchos, deja a Quiñones con un sabor amargo en la boca.
La pregunta que ronda en el ambiente es si Quiñones se arrepiente de su decisión. ¿Estará pensando en aquellos días en los que soñaba con jugar para Colombia? ¿O estará resignado a su suerte, esperando una nueva oportunidad para demostrar su valía? Lo cierto es que el karma, ese juez implacable, parece haberle dado una lección al delantero.
El SoFi Stadium, un escenario majestuoso que ha albergado grandes eventos deportivos, será testigo de la caída de Quiñones. El delantero, que esperaba brillar con luz propia, tendrá que conformarse con ver el partido desde el banquillo. ¿Será este el inicio de una nueva etapa en su carrera? ¿O será el principio del fin?
21/03/2025
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