De estrella con la Selección Colombia, a barrer pisos en la cárcel

Ántony el pitufo de Ávila de quien poco se sabe desde la entrada a la cárcel en el año 2021, por los cargos de narcotráfico agravado en la ciudad de Nápoles Italia, se pronunció en contra de la guerra, y aprovecho para enviar un mensaje a todos sus familiares y fanáticos desde la cárcel.

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Según reveló la Agencia Nacional de Prensa Asociada en Italia (ANSA), el ‘Pitufo’, apodo con el que se volvió reconocido a nivel nacional e internacional, clamó por la paz de ambas naciones y mandó un recado desde la cárcel Poggioreale de Nápoles a través de su abogado, Fabrizio De Maio.

“Rezo todos los días para que termine esta guerra. Es atroz una noticia así, es realmente el fin de la humanidad. Pido a Putin que deje de hacer sufrir a tanta gente injustamente. Nunca dejaré de rezar”, aseguró el exfutbolista.

ANSA también señaló que el colombiano de 58 años se enteró de la invasión rusa a través de su abogado y de algunos familiares, quienes viajaron a Italia para visitarlo.

Por otro lado, De Ávila también aprovechó para enviar un mensaje de tranquilidad a quienes preguntan por él, asegurando que trabaja desde la cárcel para algún día encontrar nuevos talentos para el fútbol.

“Quiero informar a mis fanáticos que estoy bien y los abrazo calurosamente. Aunque estoy detenido, no dejo de actualizarme y estudio sobre las futuras promesas del fútbol para que crezcan en Italia”, le comentó a su abogado.

¿Quién es el Pitufo de Ávila?

Quizás a los más jóvenes no les suena ese nombre, pero fue un gran jugador de la Selección Colombia, conocido por su gran talento y baja estatura, de allí su apodo del pitufo.

De Ávila fue descubierto como futbolista cuando practicaba como aficionado en las playas de Santa Marta, y allí un cazatalentos del América de Cali se lo llevó al doctor Gabriel Ochoa Uribe, quien lo integró al equipo escarlata, único club para el que jugó en Colombia.

Con respecto a la final de la Copa Libertadores ante Argentinos Juniors, De Ávila, quien apenas tenía 22 años en ese entonces, debió hacerse cargo del quinto y último cobro de la serie de penales, que fue detenido por Enrique Vidallé.

La anécdota cuenta que el jugador originalmente asignado por Gabriel Ochoa Uribe para el último cobro rojo era el guardameta Julio César Falcioni, pero éste se rehusó a hacerlo porque quería cobrar el primero, asignado a Ricardo Gareca, y luego concentrarse en tapar los tiros de los rivales. Ante la negativa del arquero, el técnico debió cambiar su decisión y fue así como eligió al juvenil samario para tal fin.

Mucho se puede hablar de esta pequeña estrella quien fiel a sus principios se mantuvo en el club de sus amores, hasta que salió al Barcelona de Ecuador, y continuo su carrera en el Metro Stars de la MLS, lamentablemente continuo preso en Italia, lejos de sus fans y su familia, que esperan pronto este de vuelta, gracias a sus trabajaos de buen comportamiento, como la limpieza de cárcel.

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