El Comité fundamentó su decisión en el principio de "pro competitione" y en el artículo 154 del Código Disciplinario Único de la Federación Colombiana de Fútbol. Según la resolución emitida, el partido se declaró ganado para el Boyacá Chicó con un marcador de 3-0, además de imponer una multa de 26 millones de pesos al Independiente Medellín. Este resultado obliga al DIM a remontar el marcador para avanzar a las semifinales del torneo.
La decisión ha generado un gran revuelo en el país. Independiente Medellín sostiene que existió un acuerdo con Boyacá Chicó para aplazar el partido inicialmente programado para el lunes, el cual se jugó el martes, donde el Medellín se impuso por 4-1. Sin embargo, esta afirmación ha sido desmentida por Nicolás Pimentel, presidente del Boyacá Chicó, quien aseguró que no hubo ningún acuerdo mutuo, sino que el club solo fue informado del aplazamiento sin que se estableciera diálogo entre ambos equipos.
En medio de esta controversia, Jhonny Ramírez, exjugador de varios clubes del fútbol colombiano, dirigió sus críticas hacia Ramón Jesurún, presidente de la Federación Colombiana de Fútbol. Ramírez insinuó que la Dimayor y Jesurún temen al presidente del Boyacá Chicó, Eduardo Pimentel, sugiriendo que esto influye en las decisiones tomadas por el organismo.
La situación ha desatado un debate sobre la transparencia y la correcta aplicación de las normas en el fútbol colombiano, mientras ambos equipos se preparan para lo que será un crucial partido de vuelta en la Copa Colombia.
22/12/2024
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