El grave conflicto que hubo entre Santa Fe y la Dimayor y que nadie sabía, pero ya Carlos Antonio Vélez lo reveló

La incertidumbre sobre el clásico capitalino entre Santa Fe y Millonarios, correspondiente a la segunda fecha de los cuadrangulares, generó una gran tensión que, según el periodista Carlos Antonio Vélez, estuvo a punto de derivar en una confrontación física.

Vélez reveló que la situación entre Dimayor y Santa Fe se volvió tensa debido a la negativa de la liga de modificar la fecha del partido, a pesar de que no había condiciones para jugarlo, ya que el estadio no estaría disponible. La causa principal del conflicto radica en el hecho de que un concierto programado en el Campín durante el fin de semana impide la entrega adecuada del estadio para el partido del lunes.

Santa Fe en desacuerdo con las condiciones

Por un lado, Santa Fe expresó su preocupación por jugar en condiciones que no favorecen al equipo, tanto en términos deportivos como económicos. El club no quería enfrentarse a Millonarios bajo circunstancias desfavorables, ya que el equipo venía de una derrota significativa por 5-0 y necesitaba tiempo para recuperarse mentalmente. Además, se temía que jugar en un estadio en malas condiciones podría afectar aún más su rendimiento.

La posición de Dimayor

Dimayor, por su parte, insistió en que el partido debía jugarse el lunes, ya que cambiar la fecha pondría en riesgo el calendario de la liga y podría provocar más alteraciones en el resto de la programación. Esta insistencia generó una confrontación verbal entre las partes. Según Vélez, la confrontación fue tan intensa que estuvo a punto de convertirse en una pelea física, aunque al final no pasó a mayores.

Situación sin resolver

La situación empeoró cuando el presidente de Dimayor, junto con otros directivos, se encontraba en Asunción, lo que dificultó aún más la resolución del conflicto. A pesar de los esfuerzos de Dimayor por mantener la fecha, se confirmó que el estadio no estaría disponible para el lunes, y la confrontación entre ambas partes quedó expuesta.

Este conflicto subraya la complejidad de organizar el fútbol colombiano en tiempos de calendario apretado y la falta de soluciones rápidas para problemas logísticos. La tensión sigue en aumento mientras la liga intenta salvar el calendario sin comprometer su integridad.