Primera A

De no creer, la delicada agresión que sufrió Millonarios con Falcao al salir de Barranquilla

Millonarios, junto a Falcao, fue víctima de una agresión al salir de Barranquilla, generando preocupación en el entorno futbolístico.

Por David Arengas

Junior vs Millonarios Foto: El Universal
Junior vs Millonarios Foto: El Universal

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Un nuevo capítulo de violencia empaña el clásico colombiano. Tras el empate a cero entre Junior y Millonarios en el estadio Metropolitano, el autobús del equipo embajador fue atacado a pedradas cuando se dirigía al aeropuerto. Vándalos aprovecharon la oportunidad para lanzar proyectiles contra el vehículo, rompiendo varios vidrios y generando pánico entre los jugadores y el cuerpo técnico.



El arquero Álvaro Montero, quien había sido convocado a la Selección Colombia, resultó afectado por los fragmentos de vidrio que impactaron en su brazo. Afortunadamente, la lesión no reviste gravedad, pero este incidente pone de manifiesto la peligrosidad de estos actos vandálicos.



Este ataque generó una ola de repudio en el mundo del fútbol colombiano. La Dimayor, a través de un comunicado, condenó enérgicamente estos actos y anunció que se abriría una investigación para identificar y sancionar a los responsables. Asimismo, la Federación Colombiana de Fútbol expresó su solidaridad con Millonarios y exigió a las autoridades locales garantizar la seguridad de los equipos visitantes.

¿Qué factores pueden estar detrás de estos hechos de violencia?



Expertos en seguridad y aficionados consultados señalan que la rivalidad exacerbada entre las hinchadas, el consumo de alcohol y la falta de control policial pueden ser algunos de los factores que desencadenan este tipo de incidentes. Además, la facilidad para adquirir elementos contundentes y la impunidad con la que suelen actuar los vándalos agravan la situación.

¿Cuáles son las posibles consecuencias de estos hechos?

Este ataque podría tener graves consecuencias para el fútbol colombiano. Los equipos visitantes podrían mostrar reticencia a jugar en ciudades donde se registren hechos de violencia, lo que afectaría la imagen del país y podría generar pérdidas económicas para los clubes y las ciudades organizadoras. Además, podría llevar a la imposición de sanciones por parte de la FIFA o la Conmebol.


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