Al Once Caldas le robaron la final, Tolima le ganó en Ibagué con una insólita jugada

El Deportes Tolima aseguró su pase a la final tras derrotar por la mínima diferencia al Once Caldas en un partido marcado por una polémica arbitral que dejó un sabor amargo en el fútbol colombiano. Un claro penal cometido por un jugador del equipo pijao dentro del área del Once Caldas quedó sin sancionar, generando una ola de críticas y cuestionamientos sobre la imparcialidad del juez central, John Hinestroza.

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La jugada en cuestión se produjo en los minutos finales del encuentro, cuando el marcador estaba 1-0. En una acción clara dentro del área, un defensor del Tolima derribó de manera evidente a un jugador del Once Caldas, cometiendo un penal que pudo haber cambiado el rumbo del partido. Sin embargo, el árbitro no señaló la infracción, permitiendo que el juego continuara.

Las imágenes de la repetición son claras: el jugador del Tolima se lanzó con los brazos abiertos sobre el defensor del Once Caldas, derribándolo de manera evidente. La cuenta especializada en análisis arbitral, @elvarcentral, fue contundente al señalar la infracción y la necesidad de sancionar un penal a favor del Once Caldas.

A pesar de la polémica, el Deportes Tolima logró imponerse por 1-0 y aseguró su clasificación a la final. Sin embargo, la alegría por el triunfo se vio empañada por la polémica arbitral, que generó un gran malestar en el Once Caldas y sus aficionados.

La no sanción del penal generó una gran indignación en el Once Caldas y sus aficionados. El equipo blanco se vio perjudicado por una decisión arbitral que pudo haber cambiado el rumbo del partido y, posiblemente, la clasificación a la final.

El Deportes Tolima, por su parte, avanzó a la final, pero la sombra de la polémica empaña su clasificación. Muchos consideran que el equipo pijao se benefició de un error arbitral y que su clasificación no fue del todo merecida.

Esta nueva polémica se suma a una larga lista de decisiones arbitrales cuestionadas en el fútbol colombiano. La falta de transparencia y la constante aparición de errores en jugadas clave generan un clima de desconfianza en los aficionados y ponen en duda la credibilidad del arbitraje nacional.