Oiga, muy bonito el discurso del profe Efraín Juárez, muy lindo, muy armónico, muy motivacional, parece un coax de esos de superación personal y de tratamiento humano, muy bonito el discurso. Ahora, lo que viene para seguir viendo bonito el discurso es el fútbol, porque Nacional, con respeto, por lo menos se había acostumbrado a ganar, y a ganarlo cualquier tipo de partidos, no a ganarle a Jaguares, no a ganarle a Alianza FC, a ganarle a Millonarios, a América, y a ganar los Clásicos. Ahora, tiene que volver a ganar Atlético Nacional ese tipo de partidos, los demás partidos son obligación, sea el técnico que sea.
Y la otra asignatura pendiente para que el discurso sea igual de bonito en las ruedas de prensa como en la cancha, es que Nacional le dé buen trato a la pelota. Y a mí me preocupa lo siguiente, que abran el paraguas, que empiecen a salir excusas, que empiecen a pedir tiempo, porque el tiempo fue un factor que el técnico anterior no tuvo. Entonces, el técnico de hoy va a pedir tiempo para que el equipo le juegue bien, no va a ser coherente en lo que se ejecutó en Atlético Nacional, buscando una mejoría en la estética del fútbol, la estética.
Porque a mí que alguien me explique, finalmente, qué es jugar bonito y qué es jugar bien. Si no, yo me animo. Jugar bien es ganar, tranquilamente es ganar. El fútbol tiene un propósito, y cuando usted gana, está haciendo las cosas bien. Nadie gana por hacer las cosas mal, a no ser que el rival las haga peor. Y jugar bonito es jugar estéticamente con la pelota, tener posesión, tener intensidad, tener presión, dominar y someter al rival por el uso de la esférica.
Eso es jugar bonito, estético, glamour con el balón. El juego bonito lo inventaron los brasileños, aunque hoy por hoy sean la peor expresión del juego bonito. Eso es jugar bonito, encantar, que guste, que sea selecto, que esté el equipo con la pelota acosando siempre al rival. Que la posesión sea una posesión efectiva, una posesión insípida. Porque por ahí en ruedas de prensa he visto que ya salen a hablar, hoy manejamos más la pelota que el rival. ¿Y cuál es el rival? Alianza, Jaguares, Patriotas, Chicó.
Y que trate de replicar la intensidad de los extremos, el delantero y los volantes de contención. Para que Cardona no tenga que hacer un desgaste físico mayúsculo y lo tengamos fino con los pases. Pero el que tiene que jugar Edwin Cardona, tiene que jugar. Y a eso le sumo algo. Cepellini es el Richard Ríos de esta versión de Atlético Nacional. Hay que ponerlo a jugar con el señor Edwin Cardona. ¿Les parece? Sí o no. Comenten, critiquen, opinen. Pero síganos para andar en la jugada.El Futbolero Colombia.
22/11/2024
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