Orgulloso de sus jugadores, Alfredo Arias y su apoyo constante a Brayan León

Deportivo Independiente Medellín es uno de los equipos que más ha sorprendido en esta temporada, puesto que, desde la llegada del entrenador Alfredo Arias, el cuadro paisa comenzó a sumar una gran cantidad de puntos, demostrando su poderío en la zona ofensiva y su equilibrio con la defensa. Con esta contundencia, el conjunto ‘poderoso’ se encuentra actualmente luchando por la punta del campeonato.

A pesar de que actualmente todo es alegría e ilusión en todos los aficionados del cuadro paisa, hay varios aspectos que aún tienen que resolverse en esta institución, los cuales tienen muy preocupado a su entrenador. Uno de estos es la confianza en algunos de los futbolistas de la plantilla, estos deportistas viene cometiendo errores constantemente en los últimos partidos del club, aspecto que los llevó a ser fuertemente criticados por sus mismos hinchas.

El delantero Brayan León es uno de los futbolistas más criticados por los hinchas del Medellín en los últimos meses, ya que, el deportista desde su llegada a esta escuadra no ha podido demostrar todo su talento goleador. De la misma manera, con el correr de las fechas llegó a desperdiciar una gran cantidad de opciones de gol, aspecto que generó el desespero y la molestia en todos los aficionados del cuadro paisa en esta campaña.

Ante este mal momento deportivo, el entrenador Alfredo Arias comentó y resaltó la familiaridad que hay dentro de la plantilla que está dirigiendo actualmente, puesto que, muchos de los futbolistas fueron a darle alientos a este delantero en los peores momentos de la temporada, con el fin de que pudiera dejar esto a un lado. Es por esto que, el estratega uruguayo se siente orgulloso de estos deportistas, los cuales siguen trabajando por un objetivo colectivo.

Orgulloso de la plantilla

En medio de una de sus últimas entrevistas, el entrenador comentó “Lo del penal, ya lo habíamos hablado. Yo lo destaqué, que ellos se hayan comportado como amigos, apoyando una situación que se había dado. Brayan no había podido convertir y quisieron solidarizarse con él. También han entendido ellos que cuándo la emoción crece, para cualquier lado, la inteligencia baja. Esas decisiones no deben ser tomadas emocionalmente, deben ser tomadas desde la racionalidad. En una conversación, en la cual valoré el espíritu de familia y de amistad, ellos entendieron que no nos puede volver a pasar. Pusimos a Brayan en una posición de mayor responsabilidad aún. Toda experiencia tiene más errores que aciertos y esto nos servirá para el futuro”.