Para nadie es un secreto que Colombia no cuenta con la experiencia necesaria en las competencias internacionales, por lo que en su mayoría de enfrentamientos directos contra equipos de Brasil y Argentina los clubes cafeteros han sucumbido de muchas maneras. A pesar de esto, con el pasar de los años los conjuntos de Liga BetPlay fueron aprendiendo de sus errores del pasado, comenzando a competir de una mejor manera.
Una de las derrotas que más pesa en la historia del fútbol colombiano, fue la que se dio en el año 2007, en el que el Cúcuta Deportivo sorprendió al mundo al llegar a las semifinales de la Copa Libertadores, quedando a un paso de repetir la hazaña que ya había conseguido el Once Caldas hace pocos años. Los dirigidos por Jorge Luis Bernal quedaron eliminados de esta competencia, en uno de los partidos más polémicos de todo este torneo.
Al vencer en el encuentro de ida 3-1 a Boca Juniors, el cuadro de Norte de Santander llegaba a Argentina con una ventaja de dos goles, aspecto que tenía bastante ilusionados a todos sus aficionados. Pese a que todos esperaban que esta noche fuera algo histórico para el club, esta terminó convertida en una pesadilla para todos sus jugadores, los cuales no supieron afrontar este compromiso definitivo.
Boca Juniors fue el claro dominador del encuentro de vuelta, quedándose con la victoria por 3 a 0, acabando así la ilusión de todos los hinchas colombianos. Dejando a un lado la superioridad del equipo argentino, hay un factor extra que siempre se comenta con esta definición, el cual llegó a pesar de la peor manera para el conjunto visitante, escuadra que pecó por ingenua y no puso trabas ante este aspecto. Para la noche del 7 de junio de 2007, Buenos Aires tuvo una espesa neblina, aspecto climatológico que no dejaba ver prácticamente nada de lo que acontecía en el terreno de juego.
Sin importar este aspecto, el Cúcuta Deportivo aceptó jugar en estas condiciones, aspecto que le terminó costando la eliminatoria. En su momento, varios futbolistas del club colombiano comentaron que este partido no debía jugarse, ya que, no se podía ver nada. Pese a estas declaraciones, el daño ya estaba hecho, Boca le pasó por encima al cuadro cafetero, escuadra que pecó por inocente y se encaminó a una de las derrotas más duras de toda su historia.
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