Crack colombiano saco un arma en el vestuario, y esquivo la muerte

El capitán del Deportivo Cali sin duda es una figura, un referente no solo de los azucareros, sino de todo un país, por su misma vida complicada, parece traslada esto a su manera de vivir y ver el fútbol, siempre con un cuchillo entre los dientes, ha protagonizado diversos encuentros, que quizás le han truncado un poco su vida futbolística.

El día que saco presuntamente saco un arma en el vestuario de Racing, ese día es inolvidable, corría el año 2012, y luego de 67 minutos y un gol, Teo sale expulsado, y se va a las duchas, allí tiene un encuentro con el arquero Saja, y es cuando medios argentinos aseguran saco el arma, así respondió.

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¨Fue una locura. Ese día no pasó nada. Pasó lo de la expulsión. Al árbitro le dije no seas cagón y me echó. El arma no lo encontraron, eso es mentira. No la encontraron. Todavía no la encontraron. No había un arma¨.

¨Sí te vienen a buscar a ti diciéndote que la culpa es tuya, te tienes que defender. En ese momento, cuando yo estoy quieto, el utilero me abraza y Saja viene a pegarle a Gio Moreno. Cuando le pegan, él no se defendió y me calenté, me puse rojo y comencé a pelear".

Teo vivió momentos de angustia en su niñez. El hecho de crecer rodeado de drogas y delincuencia no es una tarea común, y así recuerda Gutiérrez cuando por poco una bala acaba con su vida.

Nacido en La Chinita, un barrio humilde de Barranquilla. Recordó ¨Era muy complicado vivir allá, las personas tenían miedo, los taxis no entraban. El fútbol me sacó de una guerra, tenía miedo todo el tiempo. Debíamos estar encerrados, muy precavidos porque podía aparecer alguien y empezar a disparar. De todo eso se aprende y se crece como persona".

Continuo. El fútbol da muchos golpes. Perder una final es como recibir un puñal por la espalda. Y eso lo sabe muy bien Teo. No obstante, uno de los momentos más duros de su vida fue el fallecimiento de doña Aura, la abuelita de él. Incluso, el ariete se desmayó en pleno entierro.

Lo que más voy a extrañar de mi abuela son las arepas de dulce, me decía que me las comiera, que eso me iba a hacer meter goles, desde los 5 años viví con ella. Mi abuela era una guerrera. Nunca dejó que le pusiera otros negocios. La última vez que la vi en la clínica me dijo: Mijo, yo no sé mucho de fútbol, pero usted hace falta en la Selección.

Todo esto se lo contó a la redacción Marca Colombia, con ojos llorosos, hablo de lo difícil que ha sido su vida, y como hechos puntuales han marcado su carrera, sobre todo en Argentina, donde dejo grandes amigos y pinceladas de un crack.

Como olvidar aquel día que se fue a los puños con el arquero suplente de la Academia Mauro Dobler, corría el año 2012 y en una práctica el barranquillero estallo contra el guardameta, dejando atónitos a sus compañeros, dirigencia y fanáticos en general, también respondió.

¨Eso le puede suceder a cualquier persona del mundo. En todos los clubes del mundo puede ocurrir algo así. Hasta a los mejores jugadores. Fue un momento de calentura. Uno no conoce el carácter de las personas. Yo no soy calentón, pero no me gusta perder. Son circunstancias que pasan. Respeto, pero también exijo que lo hagan conmigo. Sentí que me dijo malas palabras, me puteó, cuando él me empuja, reacciono enseguida".

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El colombiano ya de 38 años continúa en muy buena forma, pero parece que este y muchos más eventos no le permitieron llevar su calidad a un grande de Europa, por ahora sigue esperando un nuevo llamado a la selección de Rueda.