Las declaraciones de Jhon Lucumí también abrieron el debate sobre la responsabilidad de Néstor Lorenzo en el bajo rendimiento de la Selección Colombia. Algunos consideran que el técnico argentino es el principal responsable de la falta de actitud del equipo, mientras que otros consideran que la responsabilidad es compartida entre el técnico y los jugadores.
Los críticos de Lorenzo argumentan que el técnico argentino no ha logrado transmitirle su idea de juego al equipo y que sus decisiones tácticas han sido cuestionables. Los defensores de Lorenzo, por su parte, argumentan que el técnico argentino necesita tiempo para construir un equipo competitivo y que los jugadores también tienen responsabilidad en el bajo rendimiento del equipo.
El partido ante Perú, que se disputará en Barranquilla, se ha convertido en un duelo decisivo para el futuro de Néstor Lorenzo. Una derrota o un empate ante el equipo peruano podrían complicar seriamente las aspiraciones de Colombia de clasificar al Mundial y aumentar la presión sobre el técnico argentino.
La afición colombiana, que exige resultados positivos, cuestiona las decisiones de Lorenzo y su capacidad para revertir la situación. El partido ante Perú se ha convertido en una prueba de fuego para el técnico argentino.
El legado de Néstor Lorenzo en la Selección Colombia dependerá de los resultados del equipo y de su capacidad para construir un proyecto sólido a largo plazo.
Si Lorenzo logra revertir la situación y clasificar a Colombia al Mundial 2026, podría ser recordado como un técnico que superó las adversidades y lideró un proceso exitoso. Si, por el contrario, el equipo no logra clasificar al Mundial o no muestra un buen rendimiento, Lorenzo podría ser recordado como un técnico que no logró cumplir con las expectativas.
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