El profe Osorio rompe el silencio y confiesa el engaño que le hicieron para dejar de dirigir a México

Juan Carlos Osorio, en una reciente entrevista, ha confesado lo que considera el mayor error de su carrera: abandonar la dirección técnica de la Selección Mexicana para asumir el cargo en la Selección Colombia. El estratega colombiano ha revelado los detalles de una jugada maestra que lo dejó sin nada.

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"Creí en promesas que nunca se cumplieron", afirmó Osorio, visiblemente afectado. "Me hicieron creer que era el candidato ideal para dirigir a Colombia, pero al final me utilizaron como moneda de cambio para negociar con otros entrenadores".

El estratega mexicano ha sido claro en señalar que su decisión de dejar el Tri se basó en la promesa de dirigir a la Selección Colombia. Sin embargo, al llegar a su país natal, se encontró con una situación completamente diferente, donde las puertas de la Federación Colombiana se le cerraron.

"Me dolió muchísimo no dirigir a Colombia", confesó Osorio. "En la última parte del Mundial de Rusia, los directivos colombianos me manifestaron abiertamente que yo era el candidato, pero al final optaron por otra opción".

Un engaño que marcó su carrera

La situación vivida por Osorio ha generado gran polémica en el mundo del fútbol. Muchos han criticado la falta de profesionalismo de los directivos colombianos, quienes según Osorio, utilizaron su nombre para negociar con otros entrenadores.

"Me siento engañado y utilizado", afirmó el técnico colombiano. "Creí en un proyecto que al final no existió".

Las consecuencias de una decisión equivocada

La decisión de Osorio de dejar la Selección Mexicana ha tenido consecuencias importantes tanto para él como para el fútbol colombiano. El técnico colombiano perdió la oportunidad de continuar un proyecto exitoso y la Selección Colombia se quedó sin un entrenador de su talla.

Este caso ha puesto en evidencia la importancia de la transparencia y la honestidad en las negociaciones entre los directivos y los entrenadores. Los futbolistas son personas y merecen ser tratados con respeto.

En conclusión, Juan Carlos Osorio ha revelado una historia que pone en entredicho la ética de algunos directivos en el fútbol. Su experiencia sirve como una lección para otros entrenadores y jugadores, quienes deben ser cautelosos al tomar decisiones basadas en promesas verbales.