La reciente celebración de Efraín Juárez, entrenador de Atlético Nacional, tras la victoria de su equipo sobre Deportivo Independiente Medellín (DIM) en las semifinales de la Copa BetPlay, desató una controversia que llegó hasta los más altos niveles del club rival.

El incidente en la cancha

Una vez concluido el partido de vuelta entre los dos equipos paisas, el estratega mexicano celebró efusivamente ante la hinchada del DIM, lo que provocó que algunos seguidores del equipo rival invadieran la cancha. Afortunadamente, la situación no pasó a mayores y no hubo mayores incidentes.

Reacción del presidente del DIM

Juan Camilo Restrepo, presidente de Deportivo Independiente Medellín, no tardó en pronunciarse sobre el incidente. En declaraciones al periodista Cristian Camilo Ortiz, Restrepo calificó como irresponsable el comportamiento de Juárez, no solo desde el punto de vista deportivo, sino también desde el orden público.

"Desde el punto de vista del orden público, porque ya el fútbol pasa a otro plano, es un irresponsable el señor Juárez, no solamente con el fútbol sino con el orden público de la ciudad", afirmó el mandatario del DIM.

Restrepo también expresó que, en su opinión, Juárez debía ser sancionado tanto administrativa como judicialmente, por el impacto que su actitud pudo haber tenido fuera del campo. “Bien merecido sería que tuviera su sanción administrativa y judicial, porque cuando uno ejerce liderazgo, tiene que tener responsabilidades”, agregó.

Una condena firme

El presidente del DIM concluyó su intervención asegurando que Efraín Juárez no merece continuar al mando de un equipo de fútbol en la ciudad de Medellín: "Ese señor no merece dirigir fútbol en esta ciudad", sentenció, visiblemente molesto por la celebración que consideró inapropiada.

Repercusiones de la celebración

Las palabras de Restrepo no fueron las únicas, ya que la actitud de Juárez ha generado una fuerte división de opiniones entre los aficionados y analistas deportivos, algunos de los cuales defienden la emoción de un técnico tras lograr la clasificación a una final, mientras que otros coinciden con el presidente del DIM en que este tipo de gestos no deben tener cabida en el fútbol profesional.