De no creer, mira en qué puesto está la Liga Betplay según Fernando Jaramillo

El presidente de la Dimayor, Fernando Jaramillo, ha vuelto a sorprender con sus declaraciones. En esta ocasión, calificó la liga colombiana con un 9 sobre 10, destacando la calidad de los jugadores, la emoción y la exportación de talentos. Sin embargo, esta valoración contrasta radicalmente con la realidad que vive el fútbol colombiano, plagado de problemas que van desde el calendario hasta la infraestructura.

La afirmación de Jaramillo resulta cuanto menos curiosa, considerando los múltiples desafíos que enfrenta el fútbol colombiano en la actualidad. Un 9 para una liga que adolece de un calendario caótico, con constantes cambios y pausas que afectan el rendimiento de los equipos y la continuidad del espectáculo. Un 9 para una liga donde la señal de televisión, esencial para la promoción y el crecimiento del fútbol, deja mucho que desear en cuanto a calidad y cobertura.

El VAR, una herramienta que debería mejorar la justicia deportiva, se ha convertido en una fuente constante de polémica y errores en nuestro fútbol. Los arbitrajes, lejos de ser impecables, siguen siendo objeto de críticas y cuestionamientos por parte de jugadores, técnicos y aficionados. La difusión internacional del fútbol colombiano es limitada, lo que dificulta la proyección de nuestros talentos a nivel global.

La infraestructura de los estadios, en muchos casos obsoleta y con capacidad limitada, contrasta con las ambiciones de una liga que aspira a crecer y competir a nivel internacional. La cantidad de equipos, que ha aumentado en los últimos años, ha generado una mayor competencia, pero también ha saturado el calendario y dificultado la organización de los torneos. La ausencia de una primera división B limita las oportunidades de desarrollo para los jóvenes talentos y dificulta la movilidad de los jugadores entre las diferentes categorías.

Por último, la baja asistencia a los estadios es un síntoma de los problemas que aquejan al fútbol colombiano. Los aficionados, cada vez más desencantados, prefieren seguir los partidos por televisión o simplemente dejar de interesarse por el fútbol local.

En este contexto, la calificación de 9 otorgada por Jaramillo resulta desconcertante y genera una gran sensación de desconexión con la realidad. ¿En qué se basa el presidente de la Dimayor para emitir un juicio tan optimista cuando los problemas del fútbol colombiano son evidentes para todos?

Es posible que Jaramillo esté intentando proyectar una imagen positiva de la liga, buscando atraer inversión y generar optimismo. Sin embargo, esta estrategia resulta contraproducente cuando se desconecta de la realidad y se minimizan los problemas existentes.

Para mejorar el fútbol colombiano es necesario reconocer los problemas, asumir responsabilidades y trabajar en soluciones concretas. La Dimayor, como ente rector del fútbol colombiano, tiene un papel fundamental en este proceso. Es hora de dejar de lado los discursos optimistas y enfocarse en acciones concretas que permitan mejorar la calidad del fútbol, la infraestructura, la gestión y la imagen de nuestra liga.

En conclusión, la calificación de 9 otorgada por Fernando Jaramillo a la liga colombiana es una muestra de una desconexión con la realidad que resulta preocupante. Los problemas del fútbol colombiano son múltiples y complejos, y requieren de soluciones urgentes y efectivas. Es necesario que la Dimayor y todos los actores involucrados en el fútbol colombiano trabajen de manera conjunta para construir una liga más competitiva, atractiva y sostenible.