Por David Arengas
La selección boliviana se juega la vida ante Colombia en la altura, y uno de los grandes protagonistas del encuentro fue el volante de contención Mateus Uribe. Su desempeño en el mediocampo fue clave para neutralizar las intenciones de la Tricolor y darle el control del partido a los locales.
Uribe, quien suele ser el pulmón del equipo colombiano, se vio superado por la intensidad del partido y las condiciones de la altura. Su habitual despliegue físico y su capacidad para recuperar balones se vieron mermados, lo que permitió a los volantes bolivianos tener mayor libertad de movimiento.
Además, su distribución del juego no fue tan precisa como en otros encuentros. La presión alta de los bolivianos y la falta de oxígeno en la altura dificultaron su tarea de encontrar espacios para sus compañeros.
La falta de efectividad de Mateus Uribe en el mediocampo se tradujo en una menor generación de juego para Colombia y en una mayor dificultad para acercarse al arco rival. Los volantes colombianos se vieron superados en la lucha por el balón y no pudieron imponer su ritmo de juego.
Si bien Uribe es un jugador fundamental para la selección colombiana, en esta ocasión no pudo demostrar su mejor versión. La altura de El Alto y la intensidad del partido fueron factores que influyeron en su rendimiento y que impidieron que el equipo colombiano tuviera un mayor control del juego.
14 toques de balón
1 intercepción
13 pases
22/12/2024
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