Por David Arengas
La Roja se encuentra en su momento más crítico en años. Una derrota ante Colombia este martes podría significar la tercera eliminación consecutiva de un Mundial, un hecho que sumiría al fútbol chileno en una crisis sin precedentes.
Si Chile cae en Barranquilla, las alarmas se encenderán aún más. La ausencia en tres mundiales seguidos sería un golpe durísimo para el orgullo nacional y pondría en tela de juicio el proyecto deportivo de la Federación de Fútbol de Chile. Las últimas dos eliminaciones ya habían generado un profundo malestar entre los hinchas y la prensa, pero una nueva ausencia podría desatar una ola de críticas y cuestionamientos hacia los dirigentes, el cuerpo técnico y los jugadores.
La generación dorada, que llevó a Chile a dos finales de Copa América consecutivas, parece haber llegado a su fin. La ausencia de figuras como Alexis Sánchez, Arturo Vidal y Claudio Bravo se ha dejado sentir en el rendimiento de la selección. A pesar de los intentos por renovar el equipo, los resultados no han acompañado y el equipo ha mostrado una gran irregularidad en los últimos años.
Una eliminación de Chile tendría consecuencias a largo plazo. La pérdida de ingresos por no participar en un Mundial sería un duro golpe para las finanzas de la Federación. Además, la disminución del interés de los patrocinadores y la pérdida de popularidad del fútbol chileno podrían afectar negativamente el desarrollo de este deporte en el país.
Los hinchas chilenos, acostumbrados a vivir grandes momentos con su selección, se encuentran hoy sumidos en una profunda tristeza. La ilusión de ver a la Roja en un Mundial se desvanece con cada partido y la esperanza de una pronta recuperación parece cada vez más lejana
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